Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

sábado, 9 de febrero de 2013

La biblioteca invisible del pueblo gitano


“La raza de los gitanos se conservó y se conserva a través de los tiempos en un estado de pureza trashumante, y fue identificada en sus múltiples ramificaciones por las tierras del mundo como procedente del mismo tronco, tan pronto como Europa echó de ver su desparramada existencia”…
Del libro “Los gitanos”. Clemente Cimorra

Hace unos años presencié un encuentro en la Biblioteca Nacional de Colombia sobre Interculturalidad y Biblioteca Pública, compartiendo un recinto que estuvo plagado de historias y relatos, entre todo eso hubo una experiencia de vida que me resultó muy interesante, se trata de Dalila Gómez, representante del Proceso Organizativo del Pueblo Rom, Pro Rom, quien compartió en un conversatorio integrado por colegas palenqueros, raizales y wounan entre otros, el interesante panel "Oralidad, Memoria e Identidad".

Pasó un tiempo de todo aquello pero por alguna razón me gustaría analizar las vicisitudes de una problemática muy particular. Probablemente el paso del tiempo instale socialmente la idea de una biblioteca romaní, por la importancia cultural que conlleva un patrimonio de siglos, pero esencialmente por el incalculable valor que implica dicha inserción desde la mutua penetración de culturas, desde el aporte intercultural que significa un modo de entender el mundo (con aportes singulares hacia diversas disciplinas, incluyendo historia, literatura y costumbres).

La autora ha sido una de las primeras en su comunidad en obtener título de licenciatura, ejemplificó mediante diversas experiencias el papel que vienen ejerciendo algunos miembros de la comunidad gitana en Colombia, a través de trabajos de recopilación de escrituras, realizadas por los gitanos donde difunden lo que han dado en llamar "la otra historia". Asimismo debatió el significado de la palabra "historia" para el pueblo gitano, una cultura milenaria con tradición migratoria. Existen elementos para discutir la eventual construcción de un patrimonio generado desde el espacio bibliotecario, considerando una concepción dinámica, con aportes locales articulados de modo endógeno, valorando el conocimiento de los ancianos y motivando la participación de los jóvenes. Se sabe que buena parte de lo que se publica sobre los gitanos dice algo de lo que representan pero que no dan cuenta de todo lo que son, un modo de reivindicar aquella cultura es ofrecer la construcción del propio acervo, y para eso es preciso romper ciertas barreras culturales que tienen su probable origen en el prejuicio histórico entre las diversas sociedades. Basta recorrer algunos barrios de Buenos Aires para corroborar como los gitanos siguen conservando sus hábitos, costumbres y tradiciones. Todo un patrimonio a la espera de ser analizado, registrado, compartido.

El pueblo gitano es un pueblo con bandera e himno pero sin territorio, con dialectos que conviven con lenguas nativas (algunos investigadores han observado influencias de palabras persas, armenias, eslavas, válacas, magiares, alemanas, turcas, italianas, francesas, inglesas y españolas entre otras), con trabajos de investigación que hecha por tierra la imagen prejuiciosa que los limita, en esa absurda clasificación, a la hechicería, las adivinanzas y el pillaje.
Se cree que este pueblo se origina en alguna región de Egipto, del continente africano migraron a Europa (en primera instancia España) para pasar con posterioridad a los países del este. Existen registros en donde figura cómo muchos de sus miembros llegaron a América en el tercer viaje de Cristóbal Colón.
Un punto interesante es investigar en que situación se encuentra la práctica de la lengua materna, como discutir procesos de escritura y modos de integración con los sistemas educativos, donde efectivamente se pueda conocer en forma directa los diferentes testimonios de los máximos referentes comunitarios.

En su momento compartí algunos sitios de interés sobre emprendimientos bibliotecarios, entre ellos el de la Asociación IRWA, cuyo proyecto de biblioteca romaní tuvo por objetivos promover y favorecer la disponibilidad, a través de la literatura moderna de Europa, de la cultura gitana.  Actualmente poco se sabe si dicha idea pudo cristalizarse en un movimiento concreto, inicialmente recibieron la colaboración de instituciones académicas, editores europeos con perspectivas interculturales, organizaciones romaníes y organizaciones no gubernamentales con experiencia en la publicación de Romani. Los responsables del proyecto seleccionaron, publicaron, distribuyeron y promocionaron obras significativas de la literatura moderna Romani, incluyendo la edición multilingüe de cada trabajo. Sería fructífero que la tarea se prolongue en el tiempo, se instale y se ramifique en variados servicios y aportes.

En el taller sobre Servicios Bibliotecarios Multiculturales (Cartagena de Indias, 2007) se han señalado en su momento algunos intentos realizados en España, con ofrecimientos de servicios bibliotecarios a sus comunidades, en la mayor parte de los casos sin resultados concretos. En ese sentido el carácter migratorio de la cultura Rom ha sido uno de los obstáculos para favorecer un vínculo efectivo. Habría que discutir los posibles escenarios y sobre todo los abordajes para que realmente haya un interés genuino en ofrecer puentes de contacto desde el accionar de los bibliotecarios. Actualmente la invisibilidad de noticias pareciera acentuar dicha distancia ante la ausencia de nuevos proyectos que involucren usuarios gitanos. En su momento Dalila Gómez había comentado sobre la idea, aún sin implementar, de crear una biblioteca o carpa móvil con libros sobre la cultura, con el objetivo de reunir documentación idónea y poder generar modos de articular la enseñanza y práctica de la lengua romaní. La postura es razonable. El espacio debe representar los modos de entender y expresar la cosmovisión ancestral. Sería deseable instalar el hábito de la lecto-escritura, como también sería interesante generar documentos audiovisuales de las ceremonias y costumbres históricas (casamientos, nacimientos, funerales, recetas de cocina, etc.) como un modo de evitar la pérdida de un patrimonio, mientras tanto no ocurra, los tiestos de la cultura seguirán ocupando un lugar en la memoria, la biblioteca invisible del pueblo gitano.

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